Quienes conocéis nuestra trayectoria sabéis que una de nuestras máximas preocupaciones a la hora de afrontar la construcción de una vivienda es el cuidado de la salud de las personas que la van a habitar y que, por lo tanto, van a pasar gran parte de sus vidas dentro de ellas.
Somos conscientes de la exposición a tóxicos que pueden suponer los espacios interiores y por eso nos aseguramos de utilizar materiales naturales o ecológicos, que sigan los preceptos de la bioconstrucción. Y lo hacemos tanto en el elemento estructural de nuestros edificios, como es la madera, pasando por los aislamientos o las instalaciones: sistema eléctrico biocompatible, ventilación mecánica controlada, etc… En este sentido, hoy queremos abordar en el blog un elemento con una gran incidencia directa en la salud como es la pintura.
Y es que las pinturas pueden contener numerosas sustancias tóxicas que, a través de la respiración y el contacto, ponen en peligro nuestra salud. Para erradicar este riesgo, en las viviendas de House Habitat utilizamos pinturas minerales, que, como vamos a ver a continuación, resultan totalmente inocuas.
Pero, ¿en qué hay que fijarse para determinar si una pintura es respetuosa con la salud o nociva? Para ello tendremos que prestar atención a los componentes básicos de las pinturas, que son los ligantes, los pigmentos y los aditivos.
Ligantes
Es el componente que en mayor grado determina la calidad de pintura. Es el «pegamento» de los distintos ingredientes, y además tiene la misión de garantizar la adherencia al soporte.
Los hay de dos tipos: minerales (inorgánicos) y orgánicos. Entre los orgánicos, además, podríamos diferenciar entre naturales (resinas vegetales) y artificiales o sintéticos, que son los que se emplean en las pinturas plásticas convencionales. Estos últimos proceden de hidrocarburos, que originan emisiones tóxicas no solo durante su producción y aplicación sino también a lo largo de su vida útil.
El ligante de las pinturas que utiliza House Habitat es el silicato potásico. Se obtiene a partir de materias primas minerales. Desde el punto de vista ecológico, permite prescindir por completo de sustancias dañinas como disolventes, plastificantes o conservantes.
Pigmentos
Son los que dan el color, y se dividen también en minerales (inorgánicos) y orgánicos. Entre los primeros: tierras naturales y pigmentos minerales, especialmente diferentes óxidos, y que son los que contienen las pinturas que emplea House Habitat.
Aditivos
Son sustancias auxiliares cuya función es regular algunas propiedades de las pinturas, como la consistencia o la humedad. Hablamos de fungicidas, bactericidas o insecticidas. Especialmente tóxicos son los que contienen manganeso, cobalto o zirconio. Las pinturas minerales no necesitan este tipo de aditivos.
Una de las ventajas de utilizar pinturas minerales en nuestras viviendas es que son muy transpirables: permiten que las paredes «respiren». Cuando hablamos de transpirabilidad, nos referimos a la capacidad del soporte de absorber excesos puntuales de humedad ambiental y liberarlos en un momento posterior. De este modo, se regula la humedad del interior de forma natural. Algo que las pinturas plásticas dificultan.
Como consecuencia de esta baja transpirabilidad, las pinturas plásticas propician la aparición de condensaciones, y con ellas de moho. Para intentar que ésto no suceda, suelen añadir biocidas.
Pero éste no es el único argumento que nos hace decantarnos claramente por ellas. Las pinturas de base mineral no necesitan conservantes, que sí emplean las pinturas elaboradas a partir de resinas orgánicas, con el objetivo de evitar que se pudran al mezclarse con el agua.
Tampoco incorporan disolventes, ni ningún tipo de compuesto químico procedente del petróleo, que produzca emisiones tóxicas. De esta forma, las pinturas minerales contribuyen a una adecuada calidad del aire interior.
Beneficios para la salud
«Todas estas sustancias – conservantes, disolventes y biocidas – no son inertes, sino que emanan al ambiente, y las respiramos. Por su composición mineral, una pintura de silicato no necesita ninguno de estos aditivos«, explica Peter Mayer, técnico de Keim, marca de origen alemán líder mundial en pinturas ecológicas.
Las paredes de las viviendas de House Habitat se colorean con pinturas Keim. De base de silicato, destacan por su extraordinaria cubrición, su acabado homogéneo y una aplicación muy sencilla. Pero sobre todo, nos interesan por sus cualidades relacionadas con la salud. Como hemos dicho, son altamente transpirables, y están libres de compuestos tóxicos procedentes de los hidrocarburos.
«Desde el punto de vista de la salud nuestras pinturas reúnen una serie de atributos fundamentales que mejoran la calidad de vida. Los beneficios son aún mayores en ciertos grupos como las personas alérgicas, o los niños, que son muy sensibles a las sustancias nocivas que pueden perjudicar su salud incluso en concentraciones bajas«, añade Mayer.
La aparición de moho, que libera sus esporas por el aire, es otro enemigo de la salud pues puede provocar alergias e infecciones graves por vía respiratoria, sobre todo en niños y adultos con problemas inmunológicos. «Nuestras pinturas incorporan un sistema mineral de saneamiento antimoho que no contiene sustancias químicas – como biocidas o fungicidas – e impide la proliferación de moho«.
En definitiva, ni conservantes, ni aditivos ni ningún tipo de compuesto sintético potencialmente perjudicial para la salud. En House Habitat creemos que la vivienda de lujo es aquella que, lejos de poner en riesgo la salud de sus habitantes, proporciona un ambiente sano y confortable que supone una mejora en su calidad de vida. Por eso no utilizamos cualquier pintura.