El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) acaba de publicar un informe en el que urge a descarbonizar el sector de la construcción, responsable del 36% de las emisiones de CO2 en el mundo.
Entre las principales recomendaciones para reducir las emisiones originadas por la edificación y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas de carbono para 2050, los expertos del organismo mundial proponen un mayor uso de materiales de base biológica, principalmente la madera. Un material de construcción que consideran llamado a liderar esta transición ecológica dados que los avances tecnológicos hacen posible un cambio hacia su uso estructural a gran escala.
En el informe “Materiales de construcción y clima: Construyendo un nuevo futuro” elaborado junto al Centro de Ecosistemas y Arquitectura de la estadounidense Universidad de Yale, desde el PNUMA advierten que, más allá de reducir las emisiones durante la vida útil del edificio, hay que actuar sobre las fases de construcción, demolición y la cadena de suministro de materiales, que suponen entre 10 y el 20% de la huella de carbono que tiene un edificio durante todo su ciclo de vida.
La utilización de materiales base biológica, entre los que destaca la madera, podría conllevar un ahorro de casi el 40% de las emisiones del sector en 2050.
El documento sostiene además que se debe dar prioridad a electrificar la producción con fuentes de energía renovables, aumentar el uso de materiales reutilizados y reciclados y ampliar las tecnologías innovadoras.
NUEVOS MODELOS
La emergencia climática obliga a replantear viejas fórmulas en el ámbito de la construcción y adoptar nuevos modelos que frenen el deterioro de nuestro medio planeta. Esto, como corroboran los expertos de la ONU, pasa por priorizar materiales de construcción más sostenibles, lo que augura un gran futuro a la industria de la construcción en madera, que ha evolucionado de forma exponencial en los últimos años.