A finales de 2019 se publicó la modificación del Código Técnico de Edificación (CTE) con el objetivo de adaptarlo a las directrices comunitarias sobre eficiencia energética. En especial a la directiva 2010/31/UE sobre edificios de consumo de energía casi nulo, cuyo propósito es reducir las emisiones de carbono, responsables del cambio climático, del parque inmobiliario.
Una disposición que establecía que, desde el 31 de diciembre de 2020, todos los edificios deberán ser de consumo de energía casi nulo (nZEB, por sus siglas en inglés). Es decir, tener un “nivel de eficiencia energética muy alto, donde la cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en muy amplia medida, por energía procedente de fuentes renovables”.
Por lo tanto, la normativa, que entrará en vigor en junio, obligará a que las nuevas construcciones demanden menos energía y que ésta proceda en mayor proporción de fuentes renovables. En este sentido, para que un edificio sea nZEB habrá que actuar sobre la envolvente térmica, incidiendo en las condiciones de transmitancia, control solar y permeabilidad. Además, para alcanzar el confort térmico con un consumo muy bajo de energía, tendrá que disponer de instalaciones que incluyan energías renovables.
Este aumento de los niveles de ahorro de energía que exigirá la normativa, en House Habitat ya lo cumplimos. Nuestro modelo de construcción biopasiva, basado en el estándar Passivhaus, superaba con creces lo establecido en el CTE 2006 y seguirá siendo superior al de 2020. Los edificios que realizamos obtienen calificación ‘A’ en el certificado de eficiencia energética, y es habitual incluir en ellos sistemas de aerotermia, geotermia o energía solar que, junto a la ventilación mecánica con recuperación de calor, aportan la poca energía necesaria para calentarlos o enfriarlos.
En lo referido a la salud en el interior de los edificios, el nuevo CTE incluye por primera vez la protección frente a la exposición al gas radón, segunda causa del cáncer de pulmón (por detrás del tabaco). Este gas penetra en el interior de los edificios desde el subsuelo a través de fisuras y entradas de aire no controladas. La hermeticidad, un factor que cuidamos especialmente en House Habitat, es fundamental para que esto no ocurra. Los sistemas de ventilación mecánica, que renuevan el aire de forma constante y que incluimos siempre en nuestras viviendas, aseguran además la expulsión de ésta y otras partículas nocivas.
Nos congratula que se vayan aumentando las exigencias legales relacionadas con la salud dentro de los edificios. En este apartado, como en el caso del ahorro de energía, nuestros propios protocolos también están por encima de lo exigido por las normas. Pues logramos ese consumo de energía casi nulo sumando al sistema Passivhaus la utilización de materiales naturales, sostenibles y saludables, que proporcionan espacios de bienestar, con la madera como elemento estructural.