Con frecuencia, a través de las redes sociales, nos preguntáis sobre la posibilidad de conocer “algún modelo” de casa. Sin embargo, aunque nuestro sistema de construcción no es el tradicional, tampoco consiste en un catálogo de viviendas prefabricadas, sino más bien en una vía intermedia como la que ofrece la construcción industrializada.
Existe cierta confusión entre casas prefabricadas y construcción industrializada. Así que vamos a intentar aclarar las diferencias entre ambos conceptos y la edificación convencional. Y de paso delimitar el espacio dónde se sitúa la propuesta de House Habitat.
Empezaremos señalando que los dos difieren de la construcción tradicional, en la cual prácticamente la totalidad de los trabajos se realizan en el terreno donde se ubica la vivienda, con una gran dependencia de la climatología y los tiempos de fraguado de los materiales.
La casa prefabricada está en el otro extremo: toda ella se produce en fábrica desde donde se transporta tal cual al terreno. Mientras que en un punto intermedio se situaría la construcción industrializada, en la que una parte de los componentes se realiza en taller para luego montarse en obra.
Ambas opciones reducen los plazos de entrega y facilitan ajustarse a un precio cerrado. Pero las diferencias entre construcción industrializada y casa prefabricada son notables en diversos aspectos.
Personalización
Las casas prefabricadas se realizan “en serie” en una fábrica según unos determinados modelos. El margen para salirse de ese prototipo es nulo o mínimo.
Por su parte, la construcción industrializada posibilita una mayor personalización. A diferencia de la obra convencional, partes del edificio, normalmente los elementos estructurales, se producen en fábrica. Pero, al contrario de lo que sucede con la casa prefabricada, el cliente puede escoger los acabados que desee, tanto en el interior (suelos, pintura, cerámicas, cocina…) como para el exterior (fachada, ventanas…).
Eso sí, en el caso de House Habitat, la “gama a elegir” se ciñe a determinados productos y fabricantes que cumplen una serie de estándares de calidad, sostenibilidad, salud o eficiencia energética.
LILU,s HOUSE, un proyecto único que estamos ejecutando actualmente, es un ejemplo de construcción industrializada con madera, en el cual la estructura y cubierta se han terminado en 4 jornadas de trabajo.
Calidad
La calidad es otro de los aspectos diferenciales de nuestro sistema de construcción industrializada. La precisión es máxima en la ejecución de la obra, donde todo está calculado, minimizando el margen de error, optimizando los materiales y disminuyendo sustancialmente los residuos.
Así pues, no disponemos de “modelos” de casas, aunque sí contamos con numerosos ejemplos de viviendas con un alto componente de prefabricación que nos permite acortar los plazos de construcción respecto a la obra tradicional.
El mayor grado de personalización, sobre todo en acabados, y nuestra apuesta por materiales ecológicos e instalaciones (calefacción, refrigeración, renovación del aire, domótica, etc…) que aportan bienestar a la vez que reducen el gasto energético y el impacto medioambiental, nos diferencian tanto de lo que comúnmente se entiende por casa prefabricada como de una vivienda convencional.